Ray Harryhausen (1920-2013) fue pionero en la innovación de efectos especiales cinematográficos. Es conocido por revolucionar la animación stop-motion y dar vida a criaturas míticas que marcaron el cine fantástico. Inspirado por King Kong de 1933, dedicó su carrera a perfeccionar técnicas que integraran lo real con lo imaginario. Su mayor contribución fue la técnica que llamó Dynamation, un sistema innovador que permitía combinar actores reales con modelos animados de manera fluida, transformando la percepción de lo posible en el cine.
Harryhausen utilizaba figuras detalladamente esculpidas y las animaba cuadro por cuadro para interactuar con actores en entornos realistas. Este método destacó en películas como Jason y los argonautas (1963), con su icónica batalla de esqueletos animados, y El viaje de Simbad (1958). Estas escenas requerían una precisión extrema, ya que cada movimiento debía sincronizarse con los actores y la narrativa, convirtiendo la creación de efectos especiales en un verdadero arte.
Sus aportes no se limitan a la tecnología, sino también a la capacidad de construir mundos de fantasía únicos, donde las criaturas impresionaban por su realismo e integración en las escenas. Su técnica del Dynamation es una de las mayores innovaciones en la historia de los efectos especiales. Harryhausen no solo inspiró a cineastas como George Lucas, James Cameron y Peter Jackson, sino que sentó las bases para efectos visuales modernos. Sin Harryhausen, los efectos visuales en el cine no estarían tan avanzados como en la actualidad.
En 1992, recibió un Oscar honorífico por su aporte a la industria, el cual fue entregado por Ray Bradbury. Ray Harryhausen no solo ayudó a crear icónicas películas, sino que ayudó a redefinir la forma en que contamos historias, haciendo que criaturas de nuestra imaginación cobran vida.
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